
Después del parón obligado para ser papi, volvíamos al turrón. Y no precisamente en navidad, ya que no veas la clase "caló" que pasamos.
Ya que nuestro copi estaba de vacaciones esa semana, la verdad es que fué de gran ayuda, puesto que dividimos el trabajo a la hora de preparar el Rallye.
Los reconocimientos, que no entrenos, estaban marcados por el malestar que habia en los vecinos por donde discurrían los tramos y la organización, ya que algunos desaprensivos se habían dedicado a entrenar con bastante antelación al rallye y sin permiso, con lo que la carretera se encontraba muy sucia, dando una imagen poco digna de los pilotos de rallyes y ocasionando un trastorno económico al organizador. Pero en fin, pasando a la acción, era la segunda vez que corríamos este rallye y teníamos en la retina el recuerdo del año pasado, que aun terminando nunca conseguimos estar entre los primeros. Muchas y muy buenas monturas presajiaban que este año no iba ser mejor que el anterior, pero bueno, salíamos con la confianza que era un rally muy duro que no todo el mundo terminaría. Después de reconocer los tramos, con un invitado de lujo, el Gaygallego, pasábamos las verificaciones y la ceremonia de salida, para después cenar con nuestro patrocinador que se había desplazado al rallye para seguir de cerca nuestras evoluciones, "casi na", teníamos que darlo todo, además con el inconveniente de que mi nueva situación familiar me haría un poco mas lento.(JEJEJE).

Pero poco duro el optimismo, empezamos el segundo tramo muy fuerte, haciendo la primera parte en bajada y de curvas largas bastante rápido, pero en cuanto hicimos una frenada despues de una larga recta que haciamos afondo, zasss...!!! el pie se me va al fonfo del pedalier y el coche ni se inmuta, David, estamos sin frenos..... !!!! el coche se había quedado sin frenos y además sin avisar, pensaba que habría roto un latiguillo, y bajando el ritmo por completo hablamos de parar a un lado y mirar que había pasado, ya que de esta manera no podíamos continuar, cuando me doy cuenta que si hay freno de mano, con le que decidimos seguir hasta el final del tramo aunque sea con el freno de mano, paramos en el final del tramo y vemos que no hay nada roto, hablamos con la asistencia y el señor Galea nos comenta que sigamos que el lo soluciona. De esta manera hacemos el siguiente tramo (Rio Chico) con el resultado de un tiempo malísimo, pero bueno, teniendo en cuenta que no teníamos frenos, no estaba tan mal. Y por fin asistencia, comento con Diego el problema y dada su profesionalidad y su saber hacer, con un rostro tranquilo me dice que no me preocupe, que todo estará solucionado para el próximo tramo, estas palabras y viniendo de quien vienen me dejaron muy tranquilo, pues si Diego lo decía, seguro que no habría problema. Efectivamente nada mas salir de la zona de asistencia, caliento los frenos y como un reloj, todo indicaba que esto había pasado a la historia como así fué. Solo había un problema teníamos medio Rallye terminado y estabamos en la cola del peloton, tocaba remontar.

Llegamos al final del Rallye y gracias a lo que me quiere mi equipo, pude partir para casa muy temprano para poder estar con mi familia lo antes posible, ya que era el primer dia que estaba fuera desde que nacio Arancha.
(Gracias a Daniel Rodríguez - Córdoba Rácing- por las fotos.)